Tenía pendiente desde hace un tiempo hacer un breve análisis de este álbum, ya que a lo largo de los años he ido desgranando la obra de este artista y me han ido quedando un par de trabajos en el aire que debía comentar más adelante y creo que ha llegado el momento de hablar de El viaje a ninguna parte, un trabajo ambicioso y de grandes ideas, sobre todo por como ha sido gestado, ya que se ha ido tallando poco a poco en un viaje que Bunbury realizó por diversos países americanos, empapándose de lleno por los diversos sonidos que allí ha explorado y profundizado.
Bien es cierto, que puestos a poner alguna crítica al bueno de Enrique, hay que decir que se le ha ido la mano al hacer un álbum doble, ya que hay ciertos temas bastante prescindibles, y es que seleccionando lo mejor de este trabajo podría quedar un espectacular álbum sencillo. Evidentemente, solo él sabe porque ha preferido un trabajo doble y no sencillo.
El primero de los dos discos se abre con Que Tengas Suertecita, que en mi opinión es uno de los peores singles que Bunbury ha publicado jamás. Claro que lo peor de Enrique se sitúa en la élite de la música española, pero hablo en comparación con lo que el artista nos ha ofrecido a lo largo de los años. Le sigue Los Restos Del Naufragio que desde luego mejora sustancialmente lo realizado en el anterior corte. Diría que esta canción tiene cierto aire a Calamaro.
El Rescate es uno de los mejores temas que Bunbury ha compuesto a lo largo de su carrera, con una letra maravillosa y una instrumentación que eriza los pelos de la persona con el corazón más acartonado. Que No Sepa Tu Mano Izquierda Lo Que Hace La Derecha es un breve tema con cierta gracia, aunque podría pertenecer sin duda a uno de esos descartes a los que hacía referencia al principio del artículo, sin embargo, Carmen Jones es todo lo contrario, una composición fascinante, sosegada, elegante e imprescindible.
Otros cortes meritorios y de incuestionable calidad son La chica triste que te hacía reír y desde luego la jugosa, atrevida y visceral Anidando Liendres, una joya que brilla por su calidad.
La segunda parte comienza con la magistral y épica El Anzuelo, con ciertas partes intrigantes, exquisitamente desarrolladas por una instrumentación preciosista, y que da paso a Una Canción Triste, de letra desgarradora y de instrumentación electrizante y sumamente esquizofrénica.
En La Pulpería de Lucita nos relata una historia de bares y borracheras, mientras en Trinidad nos ofrece una canción soberbia, con unas guitarras excelentes y unos coros impresionantes.
Para seguir con la tónica y no perder la costumbre, seguimos con un corte imprescindible dentro de este álbum, y se trata de La Señorita Hermafrodita, donde el maño nos ofrece su parte más rockera y desgarrada. Dejamos para el final las sosegadas y también meritorias El Aragonés Errante, y sobre todo Canto (El mismo dolor), finalizando el álbum de forma dramática.
Obra atrevida donde las haya, ambiciosa, pero a la vez excesiva, de momentos inigualables, alternando con otros olvidables, aunque solo sea por un puñadito de canciones que se quedan huérfanas al lado de otras más arropadas, y porque no decirlo, de mayor calidad. Forma parte del riesgo que un músico corre cuando publica un doble álbum. Si el disco doble fuese reducido a uno solo, hablaríamos de una obra maestra sin discusión.
Mi puntuación: 6'75
Tracklist:
C.D.1
- Que Tengas Suertecita
- Los Restos del Naufragio
- El Rescate
- Que No Sepa Tu Mano Izquierda Lo Que Hace La Derecha
- Carmen Jones
- Lo Que Queda Por Vivir
- La Chica Triste Que Te Hacía Reír
- Anidando Liendres
- No Me Llames Cariño
- Adiós, Compañeros Adiós
C.D.2
- El Anzuelo
- Una Canción Triste
- En La Pulpería de Lucita
- Por Un Malnacido
- Voces de Tango
- Palo de Mayo
- Trinidad
- La Señorita Hermafrodita
- El Aragonés Errante
- Canto (El Mismo Dolor)
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