Hablar de los irlandeses U2 es hacerlo de una banda poseedora de una retahila de álbumes magistrales en la década los 80. A partir de ahí fueron constantes sus altibajos, pero ya dio igual, la merecida fama obtenida en su debido momento les ha reportado el crédito suficiente como para errar sin que se les perdonen sus pecados musicales.
8. Zooropa (1993)
Los devaneos con la electrónica y el rock experimental por parte de los irlandeses comenzaron en el flamante Achtung Baby, sin embargo, mientras aquel fue un paso arriesgado excelentemente ejecutado, el que nos ocupa quiso incidir en esa faceta perdiendo por momentos el foco musical y dando como resultado momento más irregulares. Los sintetizadores son más protagonistas que las guitarras, pero también es cierto que la base rítmica juega un papel importante. Así a todo, en cuanto a textos no está nada mal. La primera mitad del álbum es más brillante que la segunda gracias a canciones como la homónima inicial, "Numb", "Lemon" o "Stay (Faraway, So Close!). Comercialmente hablando no funcionó como su predecesor, aunque llegó a ser número uno en varios países.
7. October (1981)
Producido por Steve Lillywhite, el segundo álbum de la banda tenía que ser un paso al frente tras debutar con un álbum tan interesante como Boy. Tenían la actitud y el sonido comenzaba a mostrar claros rasgos de lo que vendría después, pero el conjunto resulta ser más flojo. Con ciertas tiranteces en el seno de la banda por el hecho de que Bono y "The Edge" llegaron a pensar que era incompatible ser activistas católicos y estar en una banda de rock, October ofrece buenos momentos gracias a composiciones de la talla de "Gloria", la interesante "I Threw A Brick Through A Window", la propia canción homónima o la más elaborada "With A Shout (Jerusalem)", pero no consigue mantener el nivel al contener momentos más anodinos y faltos de inspiración. Paso atrás incluso en las ventas.
6. All That You Can't Leave Behind (2000)
Tras un álbum decepcionante como Pop, U2 vuelven a contar con la presencia de Brian Eno y Daniel Lanois, quienes ya habían trabajado con ellos en alguno de sus anteriores trabajos. La novedad es que las guitarras vuelven a ser protagonistas y las prestaciones mejoran, pero no porque vuelvan a sonar eléctricos, sino porque las ideas parecen más ordenadas y, decididamente, las composiciones parecen más inspiradas. Algunas de ellas, como "Beautiful Day" o "Elevation", están muy enfocadas hacia la radiofórmula, por su gancho y estructura, y a la vista está que tuvieron lograron repercusión al editarlas como singles. Ambas poseían un aire moderno y la efervescencia que se echaba de menos en ellos, mientras con "Stuck In A Moment You Can't Get It Out" regresan a los U2 clásicos de siempre.
5. Boy (1980)
Debutaron oficialmente con este larga duración llamado Boy, donde el post-punk se aferra al pop rock más alternativo para deleitarnos con unas canciones magistrales donde las guitarras son grandes protagonistas. De hecho, junto a la voz de Bono, es lo que realmente hace que este álbum inicial sea tan apreciado, al mostrar las principales características del sonido de la banda y que en un futuro terminarían por pulir todavía más. El álbum entró -aunque de forma tibia- en las listas del Reino Unido y de los Estados Unidos, pero su brillantez es innegable gracias a composiciones como "Out of Control", "Stories for Boys" y, sobre todo, ese himno inicial llamado "I Will Follow", con su descaro y sus preciados riffs de guitarra. Poco a poco se fue convirtiendo en uno de los clásicos de la banda.
4. The Unforgettable Fire (1984)
Álbum conocido, entre otros muchos aspectos, por albergar una de las composiciones más impresionantes y reconocibles de la formación irlandesa. Sí, hablamos de "Pride (In the name of love)", un corte que comienza con un fabuloso riff, ya característico dentro del sonido que ha llevado a los irlandeses ser lo que son hoy, y que se desarrolla con emoción hasta el formidable y apasionante estribillo. La exhibición de tremendas composiciones no termina ahí, puesto que la homónima "The Unforgettable Fire", la espléndida "Bad" o la atmosférica "A Sort of Homecoming", demuestran las ganas que el grupo tenía por llevar su música a cotas más ambiciosas. Toda la banda hace un buen trabajo, pero quiero destacar el tratamiento del sonido de las guitarras de The Edge.
3. War (1983)
Al tercer intento consiguieron su trabajo más maduro y feroz hasta la fecha. La música se vuelve más aguerrida y algunos textos se afilan para realizar determinadas denuncias sociales, lo que provoca que el oyente no caiga en la indiferencia. De primeras, la portada resulta icónica y llamativa, con las letras en rojo sobre una fotografía que lo dice absolutamente todo. Una vez nos adentramos en la parte más estrictamente musical, uno encuentra temazos de la talla de "Sunday Bloody Sunday", tan cruda y desgarradora, o la melódica "New Year's Day", con sus característicos pianos. A estos hay que sumarles la oscura "Seconds", la potente "Like A Song...", la exquisita "Drowning Man" o "Two Hearts Beat As One", donde Adam Clayton dibuja melodías de bajo con suma destreza y buen gusto.
2. Achtung Baby (1991)
Tras un Rattle and Hum que contenía algunas composiciones memorables, pocos podían vaticinar que el siguiente lanzamiento fuese una reinvención en toda regla. O sí, porque al final, trabajando durante tanto tiempo con Daniel Lanois y Brian Eno, sabes que esto puede suceder. Achtung Baby es un disco rompedor que define todas las virtudes de U2 hasta la fecha, añadiendo a su vez diferentes texturas, sonoridades y pinceladas vanguardistas del Bowie de finales de los 70. Todo el conjunto es sensacional, las melodías vocales se muestran exquisitas y la instrumentación alcanza picos antes inexplorados por los de Dublín. "The Fly", "Mysterious Ways", "Who's Gonna Ride Your Wild Horses", pero, sobre todo "One", son composiciones que te atrapan por su inapelable grandeza.
1. The Joshua Tree (1987)
En The Joshua Tree encontramos un puñado de canciones que son vitales para conocer y comprender la obra completa del grupo. Más sofisticado que War, aunque menos directo, pero sin perder ni un ápice de calidad y llevando la música a terrenos más elegantes. El arranque del disco es de los que hacen época, puesto que tres de las canciones más emblemáticas de la carrera del grupo son las encargadas de darte la bienvenida. Hablamos de "Where The Streets Have No Name", "I Still Haven't Found What I'm Looking For" y "With or Without You". Bono alcanza aquí las cotas de mayor esplendor en cuanto a voz se refiere, más madura y contenida, ganando en control vocal. Muchos se preguntaban si serían capaces de igualar la calidad del álbum. Lo hicieron, pero con diferentes ingredientes.
Comentarios