Formada a mediados de los setenta en la localidad de Birmingham (Reino Unido), Magnum es una banda que ha coqueteado con el hard rock y el AOR, propuesta musical a la que añadieron puntuales pinceladas progresivas. Todavía en activo y con una trayectoria sumamente interesante, jamás han gozado de una popularidad acorde con la calidad que atesoran.
El núcleo duro de la banda lo conforman Tony Clarkin, guitarrista y principal compositor; Bob Catley, vocalista de garganta prodigiosa; y Mark Stanway, teclista y uno de los miembros que más tiempo lleva en la alineación. El resto de músicos han ido rotando con el tiempo.
La mayoría de las portadas de sus discos más aclamados son obra del ilustrador Rodney Matthews.
El núcleo duro de la banda lo conforman Tony Clarkin, guitarrista y principal compositor; Bob Catley, vocalista de garganta prodigiosa; y Mark Stanway, teclista y uno de los miembros que más tiempo lleva en la alineación. El resto de músicos han ido rotando con el tiempo.
La mayoría de las portadas de sus discos más aclamados son obra del ilustrador Rodney Matthews.
10. The Eleventh Hour! (1983)
Cuarto álbum de estudio de la banda, al que le tocaba la difícil papeleta de suceder al genial Chase The Dragon. Producido por el propio Tony Clarkin y grabado en los Portland Studios de Londres, The Eleventh Hour! se erige como un buen álbum de hard rock y AOR de inclinaciones progresivas, pero no consigue mejorar las prestaciones de su predecesor. A pesar de contener elementos preciosistas y de iniciarse con una joya de la talla de "The Prize", el conjunto no parece tan sólido ante la falta de pegada de puntuales composiciones. Así a todo, se nota que el grupo tiene mucho talento y sabe muy bien lo que quiere, tal y como demuestran en "The Great Disaster y "Hit and Run".
9. Kingdom Of Madness (1978)
Impresionante debut que hizo girar la cabeza a los críticos especializados del momento. Un jugoso artefacto de rock progresivo fusionado con el hard rock más melódico, a su vez empapado de ciertas pinceladas folk como las que encontramos en el soberbio tema homónimo del disco. Las influencias resultan dispares, aunque la música posee una personalidad propia. Aquí encontramos un poco de Jethro Tull, Kansas, Uriah Heep, y coros que te traen a la memoria a los primeros Queen. La inicial "The Beginning", con sus más de siete minutos de duración, dejaba entrever lo que sería una constante a lo largo de su carrera: grandes melodías, instrumentación cuidada y creatividad a raudales.
8. Brand New Morning (2004)
Tras un parón que les lleva a la inactividad desde 1995 hasta 2002, vuelven con uno de los discos más flojos de su carrera como es Breath of Life. Conscientes de que sus seguidores esperaban algo mucho mejor, se ponen manos a la obra y deciden editar este Brand New Morning, dotado de una solidez aplastante y unas melodías mucho más maduras e incluso más oscuras. La formación del grupo se compone aquí por el trío mágico conformado por Clarkin, Catley y Stanway, mientras que deciden reclutar al bajista Al Barrow de Hard Rain y al batería Harry James de Thunder. La canción homónima, "We All Run", "The Last Goodbye" o "Inmigrant Son", son ejemplos de su recuperación musical.
7. Escape From The Shadow Garden (2014)
Desde que decidieron regresar a principios de la década del 2000, la banda británica no ha parado de editar discos de gran valía. Les costó coger el ritmo al principio, pero una vez engrasada la máquina, la creatividad volvió a fluir a borbotones. Escape From The Shadow Garden es una nueva muestra de la exquisitez melódica con la que adornan todas las canciones. Tras una portada impresionante, se esconden canciones tan inspiradas como la inicial "Live 'Til You Die", el potente hit "Falling From The Big Plan", la sorprendente "Too Many Clowds", o la sentida y delicada "Midnight Angel". Hay que destacar la labor de Bob Catley, ya que su voz sigue siendo brillante a pesar de su veteranía.
6. On The Thirteenth Day (2012)
Probablemente se trate de uno de los álbumes más duros que hayan compuesto jamás, aunque eso sí, no se desprenden ni un ápice de las melodías pegadizas que les caracterizan. Es más, parecen especialmente cuidadas y perfectamente ensambladas en el armazón instrumental. Aquí encontramos medios tiempos tan brillantes como "So Let It Rain", presentado como single de adelanto, pero también potentes composiciones de la talla de "Didn't Like You Anyway", con un Bob Catley magistral, o "Broken Promises". Los momentos más preciosistas y pomposos recaen sobre "Shadow Town" y la magnífica "From Within", la cual se encarga de cerrar el álbum. No se cansan de sorprender.
5. Wings Of Heaven (1988)
Wings of Heaven es uno de los álbumes más vendidos de la banda, y el que más alto llegó -puesto 5- en las listas británicas. Producido casi de forma íntegra por Albert Boekholt y la propia banda, fue grabado y mezclado en los Países Bajos e Inglaterra. El sonido sigue la senda marcada por el anterior Vigilante, donde se impone la vertiente AOR, buscando así una mayor nitidez en la instrumentación, mientras las melodías se vuelven algo más pop. En esa tesitura nos encontramos con "Days Of No Trust", uno de los singles más aclamados de la banda, o la también destacada "Start Talking Love". Para la balada "It Must Have Been Love" contaron con las voces de la London Gospel Choir.
4. Vigilante (1986)
Para Vigilante abandonan prácticamente la totalidad de los elementos progresivos y se centran en el AOR directo de melodías frescas y pegadizas. Fue grabado en el mítico Mountain Studios de Montreux y producido por Roger Taylor (Queen) y David Richards. Los teclados de Mark Stanway se convierten en los mayores protagonistas, ya que en la mezcla, su instrumento ha salido potenciado en detrimento de las guitarras de Clarkin, sin embargo, las composiciones están muy bien construidas y poseen un gancho indiscutible. Sobresalen títulos como "Lonely Nights", uno de sus singles, la balada "Need A Lot Of Love", el medio tiempo "Midnight (You Won't Be Sleeping)" y la fantástica canción homónima.
3. Chase The Dragon (1982)
El tercer álbum resultó ser el espaldarazo definitivo para la carrera discográfica de los británicos. Con Chase The Dragon inician una etapa gloriosa que quizá mereció mayor reconocimiento entre el gran público, pero que sí contó con el apoyo de los medios especializados. La portada de Rodney Matthews, ilustrador con el que trabajarían muchos años, deja entrever la ambición y las ganas por encontrar una serie de rasgos visuales que los identifiquen. En cuanto a la música, la receta sigue obedeciendo a los patrones del hard rock progresivo, pero las composiciones están mucho más pulidas. "Soldier Of The Line", "The Spirit" o "Sacred Hour" se sitúan entre lo mejor que han compuesto en su carrera.
2. Princess Alice And The Broken Arrow (2007)
Pocos creían posible que Magnum fuesen capaces de componer un álbum a la altura de sus obras maestras, pero lo consiguieron, lo que confirma que habían regresado en 2002 para seguir alimentando una discografía ya de por sí envidiable. Tony Clarkin vuelve a demostrar su talento a la hora de componer grandes canciones, mientras Catley pone la guinda al pastel con sus espectaculares voces. Stanway también posee un papel destacado con sus teclados, algo que se aprecia desde la inicial "When We Were Younger", una gema progresiva que se sitúa entre lo más destacado del disco junto a "Dragons Are Real", "You'll Never Sleep", "Eyes Wide Open" o la balada "Thank You For The Day".
1. On A Storyteller's Night (1985)
Tras la publicación de The Eleventh Hour!, Magnum se quedan sin sello discográfico y varios de sus integrantes abandonan el barco. Casi a la desesperada, Clarkin y Catley convencen a Stanway para que regrese y buscan un sello que apueste por ellos. Tras el susto inicial, dan forma a On A Storyteller's Night, que a la postre se convertiría en el disco más aclamado y vendido del grupo. Producido por Kit Woolven, se pulen ciertas aristas y se potencian las virtudes del sonido habitual de la banda. Esa vuelta de tuerca trae consigo una serie de brillantes composiciones como las geniales "How Far Jerusalem", "Just Like An Arrow" o la propia homónima, las cuales se convierten en clásicos imperecederos.
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